IES Fernando Savater

IES FERNANDO SAVATER (JEREZ DE LA FRONTERA)

CALLE PARQUE TORCAL DE ANTEQUERA, S/N, 11406

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VALORACIÓN DEL ALUMNADO:

VALORACIÓN DE LA MONITORA:

Mucho debate para ser más críticos

Dos terceros y un segundo de Secundaria se sumaron en este instituto de la zona este de Jerez al proyecto de Alfabetización Mediática. Y lo hicieron con entusiasmo, porque aunque no todas las clases fueron iguales, sí mostraron las tres un buen interés por conocer más. En algunas, las más tranquilas, conocer el funcionamiento de los medios, las claves de los periodistas para llegar hasta el corazón de la realidad con sus informaciones y el tratamiento desigual que se ofrece en los vehículos mediáticos a colectivos como mujeres o inmigrantes fueron los temas que generaron más inquietud por aprender. En la tercera clase, la de la edad media más alta, el debate fue la herramienta elegida para desgranar la realidad del periodismo en España, sus muchas virtudes y sus defectos más sangrantes, y alimentar el espíritu crítico que a estas edades comienza a ser un instrumento de gran valía para comprender lo que les rodea.

Descubrir que no todo lo que recibimos de los medios nos es productivo fue un descubrimiento que ha abierto la mente a muchos jóvenes que han crecido rodeados de información inmediata, de realidad mediatizada y, sobre todo, de conocimiento instantáneo. Las redes sociales, internet, los grandes medios, la televisión y la publicidad se revelan como herramientas tremendamente útiles para formar conciencia social y ciudadana, pero al mismo tiempo pueden constituir un serio peligro para quienes no controlan los mecanismos que poseen determinados arquetipos sociales estereotipados y tópicos dañinos para filtrarse a través de ese flujo insistente de información (muchas veces, más de lo que pensamos, mensajes que no llegan a constituirse en tal) y asentarse como pensamiento único.Y en este punto insistimos obsesivamente, porque la capacidad de crítica y argumentación propia se trabaja, sí, pero una vez que se consigue, nos acompaña insaciablemente durante toda la vida. Y además, se contagia.

Solo por eso, la experiencia debía haber valido la pena; pero se convierte en una tremenda fuente de optimismo y vitalidad descubrir que a estos jóvenes con poco que se les anime a pensar, a leer productivamente y a ver más allá de la imagen son capaces de convertirse en nuestros mayores críticos. Con eso me vale. Y a ellos seguro que les servirá en su vida. Eso espero.